La evidencia muestra que se han encontrado altos niveles de residuos de plaguicidas organoclorados en la leche, y en las zonas más afectadas del cerebro de los pacientes con Párkinson a las que se les realiza una autopsia1. Los plaguicidas organoclorados se usan tanto en la agricultura como en el control de vectores de enfermedades. Las características de estos compuestos químicos hacen que se puedan bioacumular y biomagnificar, transportándose así a través de la cadena alimenticia.
Dado que estos pesticidas se han encontrado en todas partes, la industria de los lácteos debería exigir pruebas de detección de dicha toxina en la leche. De hecho, hoy en día existen pruebas altamente efectivas, portátiles y de bajo costo que no producen falsos positivos o falsos negativos, y que proporcionan una rápida detección de plaguicidas altamente tóxicos en la leche2. Sin embargo, no todos están tan convencidos de la relación de los pesticidas con el Párkinson. A pesar de las claras asociaciones entre el consumo de leche y la incidencia de Párkinson, no hay una explicación racional de por qué la leche es un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de Párkinson3. Si se trata de los pesticidas presentes en la leche que podrían acumularse en el cerebro, se asumiría que todos los pesticidas se acumulan en el tejido graso. Sin embargo, la relación entre la leche descremada y el Párkinson es igual de fuerte. Es por esto que los investigadores sugieren la causalidad inversa: la leche no causa Párkinson, sino que el Párkinson causa la necesidad de ingesta de leche. Se argumenta que el Párkinson hace que algunas personas se depriman, y las personas deprimidas pueden tomar más leche. Así que se sugirió que no se debería limitar el consumo de lácteos a las personas que padecen Párkinson, especialmente porque son más susceptibles a las fracturas de cadera. Aunque ahora se sabe que la leche no parece protegernos contra las fracturas de cadera4, sino que en realidad podría aumentar5 el riesgo, tanto de fracturas óseas como de muerte.
Primero está el argumento de la causalidad inversa. ¿La leche conduce al Párkinson o el Párkinson a la leche? Lo que se necesita son estudios prospectivos en los que primero se mida el consumo de leche y se haga un seguimiento a los participantes. Dichos estudios encontraron un aumento significativo en el riesgo asociado con el consumo de lácteos6. El riesgo aumenta un 17% por cada vaso de leche al día, y un 13% por cada media rebanada de queso diario. De nuevo, la explicación más común es que proviene de los pesticidas y otras neurotoxinas presentes en los lácteos, pero esto no explica por qué hay más riesgo con ciertos productos lácteos. Hay residuos de pesticidas en todos los productos7, así que, ¿porqué está más relacionado el Párkinson con la leche que con el queso? Es que hay otros contaminantes neurotóxicos en la leche además de los pesticidas, como las tetrahidroisoquinolonas, también encontradas en el cerebro de los pacientes con Párkinson8, pero en mayor proporción en el queso que en la leche. Aunque claro, se suele beber más leche que comer queso9.
La relación entre los lácteos y la enfermedad de Huntington es similar10. La enfermedad de Huntington es una severa enfermedad degenerativa del cerebro que ocurre en algunas familias, cuya posibilidad de aparición temprana puede duplicarse con el consumo de lácteos. Nuevamente, puede deberse más al consumo de leche que de queso11, lo que nos devuelve al estudio sobre la mortalidad y la leche5.
Cada vez que se escuche que el riesgo de enfermedad se asocia más a leche que al queso (más estrés oxidativo e inflamación) se debe pensar en la galactosa, el azúcar de la leche, en lugar de la grasa de la leche, las proteínas o los pesticidas5. Quizá es por ella por lo que los consumidores de leche tienen un riesgo más alto de fracturas muerte, y también podría explicar los hallazgos sobre la neurodegeneración. Aquellos individuos que por excepción no son capaces de detoxificar la galactosa de la leche sufren daño en los huesos12 y en el cerebro13.
Greger, M. (2019). Por qué algunos productos lácteos están más relacionados con el párkinson. Recuperado el día 7 de agosto de 2019 de la página: https://nutritionfacts.org/es/2019/07/02/por-que-algunos-productos-lacteos-estan-mas-relacionados-con-el-parkinson/