Es por ello que las “donaciones de heces fecales” se están volviendo cada vez más comunes. La donación de heces es usada para tratar infecciones bacterianas del tracto digestivo. Hasta el momento, se está empleando principalmente para tratar c-difficile, una “súperbacteria» que potencialmente puede amenazar la vida.
En enero de 2019, un hombre en Florida afirmó que un trasplante de heces lo ayudó a estabilizar su intestino con bacteria buena, después de un tratamiento de antibióticos que barrió su carga natural, dejándolo expuesto a contraer c. diff. Una semana después del trasplante, se sintió mejor y en los siguientes 14 días la infección había desaparecido1. Suena extremo y difícil de creer, ¿cierto? Antes de que se te ocurran ideas extrañas, es de aclararse que la mayoría de los trasplantes se realizan en la forma de una pequeña cápsula.
La idea es tomar una muestra de las heces, de una persona saludable, cargada de miles de millones de diferentes bacterias, y después introducir esa sección en el intestino de alguien que carece de esa variedad. La clave para un intestino saludable es tener tan diferentes bacterias como sea posible. Y la única manera de hacer eso es asegurarse de tener una dieta saludable y balanceada, con muchos alimentos fermentados y notablemente frutas y verduras. El objetivo es alimentar a las bacterias del intestino de forma eficiente, y para ello es necesario comer alimentos que contengan pre y probióticos, en lugar de consumirlos a través de suplementos.
En 2015, una mujer ganó mucho peso después de un trasplante de su hija que padece obesidad. Ella no cambió de dieta ni régimen de ejercicio, sino que su morfología corporal se modificó después del trasplante2. Ello sugiere que hay un elemento relevante que está controlado por las bacterias de nuestro intestino. Por ello, se investiga si los trasplantes de heces podrían ser una forma no invasiva de manejar la obesidad, al tomar donaciones de individuos naturalmente delgados y dárselas a aquellos a quienes se les dificulta controlar su peso. El Dr. Justin O’Sullivan, experto en biología molecular de la Universidad de Auckland, ha estado investigando el concepto de donadores de súper popó. Él declaró a la BBC que los trasplantes de súper donadores alcanzan tasas de remisión clínica de, quizás, el doble del promedio remanente. La expectativa de su grupo de investigación es mejorar el éxito del trasplante fecal e inclusive evaluarlo en otros escenarios, por ejemplo en el microbioma del Alzheimer, la esclerosis múltiple y el asma” 3.
Cuando se trata de combatir a las súper bacterias, hace sentido que las heces de personas cuya alimentación está basada en plantas, sean superiores a las de alguien que se ha alimentado con el principio de “carne y dos verduras”, porque todo se trata de la diversidad. Si se come más de cinco porciones diferentes de fruta y verduras al día, así como nueces, levadura nutricional, alimentos fermentados como la col agria (kimchi), entonces muy probablemente las bacterias del intestinosean adecuadas para donarse. Es posible que exista una crisis de fibra ahora mismo en el Reino Unido, ya que cerca del 90% de los británicos no consumen suficiente, pero se podría apostar que ese 10% restante sigue una alimentación principalmente basada en plantas4. Y es que nuestro intestino adora la fibra. Por supuesto, no se puede decir que si más personas basaran su alimentación en plantas, nos las arreglaríamos para curar muchas enfermedades. No es como realmente funciona. C. diff. infecta a individuos que tienen sistemas inmunes débiles que han sido desactivados por medicamentos fuertes. Sin embargo, si más de nosotros fuéramos vegetarianos (o con orientación hacia la alimentación 100% vegetal), quizá habría más súper donadores que podrían ayudar a manejar las consecuencias de una crisis de antibióticos.
Larbi, M. (2019). Vegan ‘Super Poo’ Transplants Could Help Cure Serious Diseases. Recuperado el día 29 de mayo de 2019 de la página: https://www.plantbasednews.org/post/vegan-super-poo-transplants-cure-serious-diseases