Después de la primera guerra mundial, Edward Bernays conocido como «el padre de las relaciones públicas», aceptó el reto de introducir al tocino como parte de un desayuno supuestamente saludable para los norteamericanos. ¿Cómo lo hizo? Utilizando las mismas técnicas de propaganda y mercadotecnia que utilizó para influenciar la perspectiva social respecto a la guerra. En 1925, la Beech-Nut Packing Company se acercó a Bernays y le pidió que ayudara a aumentar sus ventas de tocino. Bernays aceptó el desafío y su firma realizó una investigación relacionada con el desayuno tradicional de los estadounidenses, en ese momento, consistía de un desayuno ligero como jugo de naranja y un panecillo. A continuación, Bernays se acercó a un médico con el que había trabajado anteriormente y le preguntó si recomendaba un desayuno pesado en lugar de uno ligero en cuestiones de salud. El médico coincidió en que un desayuno abundante es mejor para la salud que uno ligero, de tal manera que la persona tenga más energía a lo largo del día. El médico procedió, a pedido de Bernays, a escribir a 5.000 médicos de todo el país para ver si también estaban de acuerdo en que un desayuno abundante es mejor que uno ligero. Aproximadamente 4.500 médicos estuvieron de acuerdo. Bernays luego envió los resultados de dicho cuestionario a periódicos de todo el país, por lo que se publicaron artículos que decían: «4.500 médicos instan a desayunos pesados para mejorar la salud de los estadounidenses». Algunos de los artículos publicados mencionaron el tocino y los huevos como ejemplo de un desayuno pesado, aunque esto no haya sido una recomendación directa de los médicos. La campaña fue un éxito y las ventas de tocino Beech-Nut aumentaron. Estimulados por la investigación no científica aparentemente legítima, el público estadounidense comenzó a desayunar con regularidad tocino y huevos1.
El desayuno americano incluye en su menú huevo con tocino, a veces hotcakes, papas fritas y salchichas (embutidos). Este desayuno, socialmente se considera sano, ya que es alto en proteína, pero ¿es cierto?. El huevo es alto en colesterol, por lo que incrementa el riesgo de padecer enfermedades del corazón. Además, el tocino es alto en sodio4 y grasa saturada, una combinación letal para nuestro corazón5. Al adoptar este tipo de alimentación, también conocida como la dieta occidental, las estadísticas de salud en México se han visto impactadas negativamente. Es decir, el 40% de nuestros infantes y adolescentes padecen sobrepeso y obesidad2, y más del 95% de los casos de obesidad infantil se deben a dietas altas en calorías y baja actividad física3. Además, 8 de cada 10 mexicanos padecen sobrepeso u obesidad2.
Se hace por varias razones, una porque es barato, y otra porque las personas que realizan algún tipo de actividad física comen mucha proteína animal (por error). Un desayuno americano tiene alrededor de 462 calorías, si eres una persona mesurada y activa físicamente, podría no ser un problema. Pero si no es el caso, la grasa saturada, colesterol y sodio se acumularán en tu cuerpo, incrementando su masa corporal y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Si bien estos desayunos son altos en proteína, no tienen otros nutrimentos esenciales, más allá de la vitamina A, para el cuerpo humano. En cambio, un desayuno compuesto de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres sería un desayuno completo con una gran variedad de vitaminas, proteína y calorías mesuradas, a menos que se excediera en las cantidades.
Los huevos con tocino, que además se les agrega otro tipo de grasa en su preparación, están llenos de colesterol, grasa saturada y sodio, por lo que las arterias podrían taparse, elevar la presión arterial y causar muchos otros problemas a nuestra salud. Se le da mucha importancia a este tipo de dieta porque se cree que es mejor y más barato, aunque en realidad no es así, su costo para el sector salud es alto. Como país debemos reconsiderar lo que solíamos llamar «la dieta de la milpa», la cual es un modelo de alimentación saludable basado en maíz, frijol, chile y calabaza6. Si bien tiene variantes acorde a la región, debemos aprovechar que somo un país rico en hortalizas, árboles frutales y legumbres.