IAEA/Laura Gil | Investigadores de ébola en Sierra Leona.
Las pandemias seguirán surgiendo con mayor frecuencia y se propagarán más rápidamente, siempre que no se tomen medidas a nivel mundial que impliquen cambios importantes en la vida humana, sobretodo, en el consumo de carne. Las actividades humanas que fomentan la interacción entre especies, como el tráfico de animales silvestres, la destrucción de áreas protegidas, el cambio de uso de suelo para la ganadería y actividades agrícolas relacionadas a la industria de la carne, son causa de la propagación de virus desconocidos. Aunque los orígenes de la pandemia de COVID-19 tienen origen en microbios transportados por animales, su aparición es consecuencia de la actividad humana, por ello la prevención radica en llevar a cabo un cambio transformador de las formas de producción y consumo.
70% de las enfermedades emergentes y casi todas las pandemias conocidas son enfermedades zoonóticas, es decir, son causadas por microbios de origen animal que se propagan con la convivencia de la vida silvestre, el ganado y las personas.
Culpar a la vida silvestre por la aparición de enfermedades es erróneo, la emergencia sanitaria es causada por las actividades humanas y los impactos de estas actividades en el medioambiente.
Los expertos estiman que existen más de un millón de virus que desconocemos y viven en mamíferos y aves, miles de ellos con la capacidad de infectar a los seres humanos.
El riesgo de amenazas de salud pública mundiales puede reducirse disminuyendo las actividades humanas que impulsan la pérdida de biodiversidad.
La producción ganadera y otras formas de pérdida de la biodiversidad, son clasificadas como de alto riesgo pandémico.
El informe del IPBES es claro en que las estrategias globales para prevenir pandemias deben enfocarse en: reducir el comercio de vida silvestre, el cambio de uso del suelo y el aumento de vigilancia a estos aspectos.
Prevenir pandemias a través de la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad es cien veces más barato que enfrentar brotes como el de COVID-19, además de que tendría grandes ventajas para la salud de las personas y del planeta, según un nuevo estudio realizado por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES)1. El riesgo de una pandemia está impulsado por cambios antropogénicos que aumentan exponencialmente, por lo tanto, culpar a la vida silvestre por la aparición de enfermedades es erróneo, porque la emergencia es causada por las actividades humanas y los impactos de estas actividades en el medioambiente. La mayoría de las enfermedades recientes (ébola, zika) y casi todas las pandemias conocidas (influenza, VIH/SIDA) son enfermedades zoonóticas, lo que significa que son ocasionadas por microbios de origen animal que se propagan con la convivencia de la vida silvestre, el ganado y las personas. Y esto es alarmante, ya que los expertos estiman que existen más de un millón de virus que desconocemos y viven en mamíferos y aves, miles de ellos con la capacidad de infectar a los seres humanos ¿Por qué? Por la intensa interacción entre humanos, ganado y vida silvestre a través de diferentes actividades (producción de alimentos, deforestación, turismo, etc.).
“No existe ningún gran misterio sobre la causa de la pandemia de COVID-19 – o de cualquier pandemia moderna. Las mismas actividades humanas que impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad también generan riesgo de pandemia a través de sus impactos en nuestro medio ambiente”.
Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance y presidente del taller de IPBES
Algunas soluciones propuestas por más de veinte expertos tienen en común el llamado de atención a las actividades humanas, señalan que las amenazas a la salud pública mundial podrían reducirse de la mano con la disminución de las actividades que impactan en la biodiversidad. Esto significa que una mayor conservación de áreas protegidas y reduciendo la explotación insostenible de la naturaleza, reduciríamos el contacto con la vida silvestre y esto haría frente a la propagación de enfermedades desconocidas hasta ahora. Según el informe del IPBES, es indispensable lograr estos cambios significativos para prevenir el surgimiento de nuevas pandemias que puedan propagarse a mayor velocidad impactando, significativamente, la vida humana; en sí, un cambio en el consumo de carne, la producción ganadera, la agricultura globalizada y el consumo de vida silvestre, puede llegar a reducir e impedir la alteración de la dinámica natural huésped-patógeno. Décadas atrás, se comenzó a asociar la pérdida de biodiversidad con el surgimiento de nuevas enfermedades, como el SARS y, ahora, el COVID-19.
El informe del IPBES es claro en que las estrategias globales para prevenir pandemias deben enfocarse en: reducir el comercio de vida silvestre, el cambio de uso del suelo y el aumento de vigilancia a estos aspectos.
«La abrumadora evidencia científica apunta a una conclusión muy positiva. Tenemos la capacidad cada vez mayor de prevenir pandemias, pero la forma en que las estamos abordando en este momento ignora esta herramienta. Nuestro enfoque se ha estancado: todavía confiamos en los intentos de contener y controlar las enfermedades después de que surgen, a través de vacunas y terapias. Podemos escapar de la era de las pandemias, pero esto requiere un enfoque mucho mayor en la prevención además de la reacción”, agregó Daszak, uno de los autores del informe.
Nueve recomendaciones del IPBES para prevenir pandemias
Crear un consejo intergubernamental de alto nivel sobre prevención de pandemias para proporcionar a los tomadores de decisiones la mejor ciencia y evidencia sobre enfermedades emergentes; predecir áreas de alto riesgo; evaluar el impacto económico de las pandemias potenciales y destacar las lagunas en la investigación.
Que los países establezcan metas u objetivos mutuamente acordados en el marco de un acuerdo internacional, con claros beneficios para las personas, los animales y el medio ambiente.
Institucionalizar el enfoque de “One Health” de la Organización Mundial de la Salud en los gobiernos nacionales con el objetivo de preparse para una pandemia, mejorar los programas de prevención de la pandemia e investigar y controlar los brotes en todos los sectores.
Desarrollar e incorporar evaluaciones del impacto sobre la salud de los riesgos de enfermedades emergentes y pandémicas en los principales proyectos de desarrollo y uso de la tierra, mientras se reforma la ayuda financiera de modo que los beneficios y riesgos para la biodiversidad y la salud se reconozcan y se orienten explícitamente.
Asegurar que el costo económico de las pandemias se tenga en cuenta en el consumo, la producción y las políticas y presupuestos gubernamentales.
Habilitar cambios para reducir los tipos de consumo, la expansión agrícola globalizada y el comercio que han dado lugar a pandemias; esto podría incluir impuestos o gravámenes sobre el consumo de carne, la producción ganadera y otras formas de actividades de alto riesgo pandémico.
Reducir los riesgos de enfermedades zoonóticas en el comercio internacional de vida silvestre a través de una nueva asociación intergubernamental de «salud y comercio»; reducir o eliminar especies de alto riesgo de enfermedades en el comercio de vida silvestre; mejorar la aplicación de la ley en todos los aspectos del comercio ilegal y mejorar la educación comunitaria en los puntos críticos de enfermedades sobre los riesgos para la salud de estas prácticas.
Valorar la participación y el conocimiento de los pueblos indígenas y las comunidades locales en los programas de prevención de pandemias, lograr una mayor seguridad alimentaria y reducir el consumo de vida silvestre.
Cerrar brechas de conocimiento críticas, como aquellas sobre conductas de riesgo clave, la importancia relativa del comercio ilegal, el no regulado y legal y el regulado de vida silvestre en el riesgo de enfermedades, y mejorar la comprensión de la relación entre la degradación y restauración de ecosistemas, la estructura del paisaje y el riesgo de aparición de enfermedades.
Desde Come
Con Ciencia te invitamos a reducir tu consumo de productos cárnicos,
cambiando hacia una alimentación mayormente basada en alimentos
vegetales y alimentos enteros. De esta manera podríamos frenar el cambio
climático, reducir el uso indiscriminado de antibióticos y prevenir las
enfermedades zoonóticas.
¡Por tu salud y la del planeta, Come Con Ciencia!
Fuente Original
Noticias ONU. (2020). Unos 850.000 virus desconocidos podrían causar pandemias si no dejamos de explotar la naturaleza. Noviembre 20, 2020, de Noticias ONU Sitio web: https://news.un.org/es/story/2020/10/1483222
Referencia Bibliográfica
IPBES. (2020). Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services (IPBES). Noviembre 20, 2020, de IPBES Sitio web: https://www.ipbes.net/pandemics
Gemma es Editora de Come Con Ciencia. Ha participado, desde hace 6 años, en otras ONGs realizando actividades similares. Actualmente es estudiante del Doctorado en Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Guanajuato, egresada del Tec de Monterrey de la carrera de Ingeniería Biomédica.
La mayoría piensa que cambiar el estilo de vida y llevar una alimentación saludable como la alimentación basada en plantas podría ser muy costoso y elitista sin embargo, la realidad es otra. Foto: iStock